API

¿Qué es una API?

La palabra API es en realidad un acrónimo, o lo que es lo mismo, una agrupación de siglas. Estas en concreto, API, lo son de las palabras inglesas Application Programming Interfaces, que en español significa ‘Interfaz de Programación de Aplicaciones’. ¿Y esto qué es exactamente? El concepto agrupa una serie de herramientas y protocolos que se utilizan para desarrollar e integrar el sistema operativo de las apps y páginas web actuales.

Las API son una parte fundamental en el funcionamiento de dichas webs y aplicaciones, ya que son las que permiten la comunicación entre elementos electrónicos, haciendo que los servidores puedan recibir una consulta y traduciendo la respuesta para que el usuario tenga acceso a ella de forma inmediata. Es importante saber que no todas las API pueden utilizarse en todos los sistemas operativos, ya que cada una de ellas está pensada para que utilice un lenguaje concreto, por lo que todas ellas responden a características muy distintas que hacen que haya que buscar la más apropiada para cada uso.

Ahora bien, ya que sabemos la teoría, ¿sabrías decirnos para qué sirven las API? No te preocupes, te lo contamos, ¡de aquí no te vas sin saberlo!

¿Para qué sirven las API?

Las API, además de para facilitar la comunicación y la interacción entre las personas y las máquinas, son una oportunidad de crecimiento real para muchísimos negocios. Si son sencillas de utilizar, su aprendizaje es relativamente sencillo, se puede decir que funciona de forma equilibrada y resulta 100% segura, contar con una API competente puede marcar la diferencia con cualquier otra empresa de la competencia, ¡y eso se traduce en dinero!

El uso de este tipo de herramienta digital es prácticamente infinito, ya que el desarrollador de la API puede darle tantos usos como quiera. Desde permitir el acceso a tu web a los usuarios logándose con sus cuentas de Facebook hasta automatizar procesos internos mucho más complejos con lo que ahorrar bastante en lo económico.

Para que lo entiendas de un modo todavía más sencillo, te diremos que usar una API, en cuanto a su funcionamiento, es como contratar un servicio por el que no tendrás que volver a preocuparte mientras dicha API esté activa. Bueno, eso siempre y cuando estés dispuesto a pagar lo que pida su desarrollador, ya que es bastante habitual que se impongan ciertas restricciones en función de lo que estés dispuesto a contratar.

Como ves, necesites lo que necesites para tu entorno web, lo más probable es que puedas encontrar varias API que se ajusten a lo que necesitas. Busca, encuentra la que más se ajusta al uso que quieres darle y automatiza los procesos de los que no quieras tener que volver a encargarte. Si puedes preocuparte menos por este tipo de cosas, podrás hacerlo más por otras más importantes y, mejor aún, más rentables.