Freemium

El concepto freemium está formado por otros dos, el free y el premium; o lo que es lo mismo: el modelo de negocio gratis y el de pago. Esto significa que parte del modelo freemium se basa en la prestación de servicios gratuitos, pero que además hay otros, más completos, eficientes y/o exclusivos por los que el usuario debe pagar, o bien una única vez o mediante una suscripción.

 

El modelo freemium de negocio está cada vez más extendido y aglutina a un sinfín de sectores: desde el mundo de los videojuegos hasta las plataformas de vídeo, pasando por los medios de comunicación digitales, las startups e infinidad de otros productos, en su mayoría digitales.

 

Al final, se trata de ofrecer un buen servicio al usuario, uno que se convierta en su servicio de cabecera, y ofrecer algo aún mejor a cambio de un módico precio, unas funciones que se conviertan en el gancho perfecto para conseguir monetizar un negocio cuya conversión, si fuese de pago desde un principio, sería mucho más complicada de conseguir.

 

La gran ventaja del modelo freemium es que, al ofrecer un buen servicio de forma gratuita, la llegada de usuarios será masiva. Esto hace que, aunque tan solo un pequeño porcentaje de ellos decida pasar al plan premium, los costes de mantenimiento de los usuarios gratuitos queden completamente cubiertos y que no se pare de generar ingresos.

 

Aunque en un principio el modelo freemium no fue acogido con demasiado entusiasmo por los diferentes sectores en los que se ha implantado, su efectividad ha quedado más que demostrada durante los últimos años.

 

Características de un modelo de negocio freemium

Las características del modelo de negocio freemium han permitido que cada vez más compañías encuentren un nuevo medio de subsistencia que, además, resulta de lo más lucrativo: