Pay-per-view
En español, pay-per-view significa ‘pago por visión’ y se refiere a una modalidad de televisión por suscripción en la que la persona abonada paga por los contenidos individuales que quiere ver.
Estos contenidos pueden ser deportivos (un partido de fútbol concreto), de cine (una película de estreno determinada), musicales (un concierto), etc.
Lo normal es que este sistema se comercialice como complemento a un paquete de canales de televisión que el abonado ya recibe de forma habitual con su suscripción, que incluye una cuota fija y, en ocasiones, un alquiler por el equipo necesario para poder acceder a esos contenidos.
El sistema de pago por visión tiene su origen en Estados Unidos en la década de los setenta y también se le conoce como pago por evento (PPE).
¿Cómo funciona el pay-per-view?
El usuario paga por anticipado una cifra determinada por ver un contenido concreto. Y, por lo general, es un servicio opcional que se incluye ya dentro de una suscripción genérica a una plataforma de televisión.
El pay-per-view o PPV no es un contenido a la carta ni un contenido a demanda porque el usuario no elige cuándo consumirlo ni puede verlo tantas veces como desee.
En este caso, el pago por visión no es un contenido que se emite de forma individual para cada usuario sino que ese contenido es visto de forma simultánea por todos los abonados en un momento concreto. Por ejemplo, la retransmisión de un partido de fútbol en directo o el estreno de una película en una fecha y hora determinadas.
El contenido puede ser visto por televisión o por internet, y el canal empleado puede ser tanto digital como analógico.
Una característica destacada es que el usuario no recibe señal de ese contenido -o la recibe distorsionada- hasta que efectúa la compra y éste es emitido.
En marketing, este concepto se utiliza para indicar la forma en la que se muestran los anuncios. En este caso, un anuncio PPV consiste en una ventana emergente que se genera mediante un software que el usuario instala en su propio ordenador.