TER
El acrónimo TER proviene de las palabras inglesas True Engagement Rate, que en español vendría a significar algo así como ‘tasa de engagement verdadero’. Ahora bien, ¿qué es el engagement y a qué se aplica este concepto?
El engagement es el nivel de compromiso que se consigue de la audiencia a través de los medios sociales. El problema es que, durante años, se ha considerado que para generar un buen engagement bastaba con acumular miles y miles de seguidores, o con que estos le diesen muchos likes a las publicaciones y a los vídeos, y con los años se ha demostrado que, por muy bien que nos posicionen esas interacciones, la gran mayoría de ellas son interacciones vacías.
El objetivo del engagement no es otro que el de crear una conexión de fidelidad con el público objetivo, pero las redes sociales han banalizado tanto el hecho de dar ‘me gusta’, o de replicar un mensaje, que han terminado hacer que este tipo de interacciones carezcan de valor.
El TER busca conseguir de una vez por todas reacciones auténticas en la audiencia y, como consecuencia, crear relaciones de confianza. Que las personas no solo repliquen mensajes, sino que quieran conversar con quienes los emiten. Que recomienden una marca de forma espontánea porque realmente les gusta lo que ven.
Sin duda alguna, el TER es un gran reto para todo aquel que busca hacer negocio en internet, pero es el siguiente paso lógico con el que hay que volcarse para no quedarse atrás en el mundo online.
¿Cómo calcular el TER (True Engagement Rate)?
Aunque ya existen fórmulas para calcular el engagement en redes sociales y plataformas de vídeo, la aparición del TER en la ecuación va a cambiar las normas establecidas hasta la fecha.
Hasta ahora, la fórmula para conocer el engagement de una publicación era igual a dividir el número de interacciones entre el alcance de la publicación y multiplicar el resultado por 100. Sin embargo, como ya hemos dicho, ya no basta con los likes, no se puede pretender que tengan el mismo valor que una conversación, o que una compra.
Todavía no está claro cómo calcular el TER de modo que esta información sea realmente relevante para los creadores de contenido, pero está claro que en cuanto se definan las bases se vivirá una completa revolución. Ya no bastará únicamente con hacer un contenido de calidad, sino que habrá que enfocarlo a que la gente de verdad se interese por interactuar con él, no solo de consumirlo.
Será toda una transición, todo un desafío, pero también será una forma mejor de hacer las cosas, ¡y contra eso hay pocos reproches que puedan hacerse!